Invertir es hacer que tu dinero trabaje para ti
Invertir significa destinar parte de tu dinero con la expectativa de obtener una ganancia extra. En lugar de dejar tus ahorros quietos en el banco, puedes usar ese dinero para comprar acciones de empresas o prestar a gobiernos o empresas a cambio de un interés (bonos). En pocas palabras, invertir te permite poner tu dinero a trabajar para generar más valor.
Sin embargo, la inversión no tiene la mejor reputación en España. Muchas personas lo ven como un juego de azar con sus ahorros, sin considerar que existen muchos tipos de inversiones y niveles de riesgo. Esta mala percepción se debe a varios factores:
Baja educación financiera: Muchas personas invierten en productos que no comprenden del todo. A menudo, siguen las recomendaciones del banco sin darse cuenta de que el asesor financiero puede estar más enfocado en vender productos con comisiones altas que en ofrecer el mejor producto para el cliente.
Productos financieros complejos: En lugar de ofrecer productos sencillos que las personas puedan entender, los bancos suelen ofrecer opciones complicadas. Esto refuerza la idea de que se necesita un experto para manejar tus inversiones, cuando muchas veces no es así.
Uno de los objetivos de esta guía es mejorar la educación financiera y ayudar a las personas a elegir productos de inversión más sencillos y eficientes.
El dinero que no inviertes pierde valor
Piensa en esto: si vives en un país con inflación, cada año el valor de tus ahorros disminuye. ¿No buscarías una alternativa que permita que tu dinero no pierda valor?
En España, por ejemplo, la inflación media anual entre 1990 y 2020 fue del 2,67%. Aunque en un año el cambio parece mínimo, en 30 años los precios se han duplicado. Es decir, el dinero que guardaste hace 30 años hoy en día vale la mitad. Muchas personas no invierten por temor a perder dinero, pero no se dan cuenta de que, al no invertir, su poder adquisitivo está garantizado que disminuirá con el tiempo.
Invertir no solo busca hacer crecer el dinero, sino también mantener su valor frente a la inflación.
El poder del interés compuesto
El interés compuesto es uno de los mayores aliados de los inversores a largo plazo. Imagina que inviertes 10.000 euros en un depósito con una rentabilidad anual del 5%. Al cabo de un año, tendrás 10.500 euros, habiendo ganado 500 euros. Si reinviertes esos 500 euros junto con los 10.000 iniciales, el segundo año tendrás más de 11.000 euros. Con el tiempo, el crecimiento se acelera, y en lugar de ganar siempre la misma cantidad, cada año se gana un poco más.
Aunque al principio el crecimiento es lento, con el tiempo, los beneficios se multiplican. Si después de 40 años sigues invirtiendo con interés compuesto, el dinero puede haberse triplicado en comparación con una inversión que solo genera interés simple.
Empezar a invertir cuanto antes es clave
El tiempo es uno de los factores más importantes cuando se invierte. Cuanto antes empieces a invertir, más tiempo tendrá tu dinero para crecer. Por ejemplo, si una persona comienza a invertir 500 euros al mes a los 25 años y deja de hacerlo a los 40, puede haber acumulado más dinero que alguien que empieza a invertir a los 35 años y sigue haciéndolo hasta los 65.
Este ejemplo muestra cómo, incluso invirtiendo menos tiempo, el dinero puede crecer más simplemente por empezar antes.
La importancia de las bajas comisiones
Las comisiones de gestión pueden parecer pequeñas, pero tienen un gran impacto en los resultados a largo plazo. Un fondo con una comisión del 2% anual puede reducir significativamente las ganancias finales de una inversión a largo plazo.
Por eso, es importante buscar productos financieros con comisiones bajas. A menudo, los fondos indexados ofrecen una excelente alternativa, ya que replican el mercado con costos mucho más bajos.
Inversión diversificada y a largo plazo
Diversificar es otra clave para invertir con éxito. No debemos poner todo nuestro dinero en un solo tipo de activo, como acciones o bonos. La combinación de diferentes tipos de activos y sectores reduce el riesgo y aumenta las oportunidades de obtener beneficios consistentes a largo plazo.
En resumen, invertir no es un juego de azar. Si se hace con conocimiento, a largo plazo y con comisiones bajas, puede ser la mejor manera de proteger y hacer crecer tu dinero.
¿Qué es la Bolsa y Cómo Funcionan las Acciones?
La bolsa de valores es un mercado esencial en la economía moderna, donde se compran y venden pequeñas participaciones en empresas, conocidas como acciones. Estas acciones representan una fracción de propiedad en una empresa y su valor fluctúa en función de la oferta y la demanda. Por ejemplo, si alguien desea vender una acción a 10 euros y hay compradores dispuestos a pagar ese precio, ese será el valor de la acción. Si la demanda supera a la oferta, el precio tiende a subir. Por el contrario, si hay más vendedores que compradores, el precio baja.
Índices Bursátiles y su Importancia
Para tener una visión general del estado del mercado, se utilizan índices bursátiles. En España, el índice más conocido es el IBEX 35. Este índice refleja el desempeño de las 35 principales empresas del país. La importancia de cada empresa en el índice se basa en su capitalización bursátil, es decir, el valor total de todas sus acciones en circulación. Por ejemplo, una empresa como Inditex, que tiene una gran capitalización, influye más en el índice que una empresa con menor capitalización.
A nivel global, hay varios índices destacados que ayudan a los inversores a evaluar el desempeño del mercado en diferentes regiones. Entre ellos, el S&P 500, que incluye las 500 principales empresas de Estados Unidos, y el MSCI World, que agrupa aproximadamente 1600 empresas de países desarrollados. Estos índices proporcionan una visión general del rendimiento económico y pueden servir como referencia para evaluar inversiones.
Invertir en Acciones Individuales
Muchos inversores buscan "superar al índice", es decir, obtener una rentabilidad superior a la del mercado en general. La idea es seleccionar las mejores acciones, evitando las peores, para lograr un rendimiento superior al del índice. Sin embargo, si una empresa tiene perspectivas de crecimiento positivas, es probable que su valor ya esté alto debido a estas expectativas. Lo mismo ocurre si se prevén malas perspectivas para la empresa. Este fenómeno se conoce como la hipótesis del mercado eficiente, que sugiere que toda la información disponible ya está reflejada en el precio de las acciones.
A pesar de esto, muchos inversores comienzan comprando acciones de empresas. Algunos lo hacen tras un análisis exhaustivo, mientras que otros optan por empresas de sectores populares o conocidas por su estabilidad. Aunque a veces tienen éxito, otras veces los resultados no son tan favorables.
Invertir en acciones individuales presenta varios desafíos importantes:
Variabilidad: Invertir en un número limitado de empresas puede resultar en una alta variabilidad en el rendimiento. Si se seleccionan empresas en un mismo sector o región, la variabilidad puede aumentar aún más. Esto significa que los rendimientos pueden fluctuar ampliamente, dependiendo de las condiciones del mercado.
Factor Psicológico: La responsabilidad de seleccionar y monitorear acciones puede resultar estresante. El seguimiento constante del mercado y las decisiones de compra o venta pueden llevar a tomar decisiones impulsivas, especialmente en momentos de volatilidad.
Comisiones: Dependiendo del banco o bróker, puede haber comisiones asociadas con la compra y venta de acciones, así como otros gastos relacionados, como el mantenimiento de la cuenta y la gestión de dividendos. Estos costos pueden afectar significativamente el rendimiento neto de las inversiones.
Invertir en Fondos de Inversión
Otra opción para los inversores es delegar la selección de acciones a gestores profesionales mediante fondos de inversión de gestión activa. Estos fondos son administrados por equipos especializados que toman decisiones de inversión a cambio de una comisión, que generalmente es un porcentaje del dinero invertido. Muchos inversores optan por esta alternativa para evitar la complejidad y el tiempo que requiere la gestión directa de acciones.
Existen diferentes tipos de fondos de inversión, cada uno con estrategias y enfoques distintos. Algunos fondos se especializan en sectores específicos, mientras que otros buscan empresas que consideran infravaloradas. Sin embargo, a pesar de la promesa de superar el índice, muchos fondos activos tienen rendimientos inferiores al índice. Los estudios demuestran que, a medida que aumenta el período de análisis, más fondos quedan por debajo del índice de referencia. Esto se debe en parte a los costos asociados y a la dificultad inherente de superar consistentemente al mercado.
Inversión en el Índice
En los últimos años, ha ganado popularidad la inversión en fondos o ETFs indexados, que replican un índice específico invirtiendo en todas las empresas del índice con la ponderación correspondiente. Esta forma de inversión, conocida como "inversión pasiva", no requiere decisiones activas sobre qué comprar o vender. En cambio, el objetivo es seguir el índice de referencia.
La inversión pasiva tiene varias ventajas significativas:
Menor Variabilidad: Al invertir en un índice, se obtiene diversificación en muchas empresas, lo que reduce el riesgo en comparación con la selección de unas pocas acciones. La diversificación ayuda a equilibrar el impacto de las fluctuaciones individuales del mercado.
Menores Comisiones: Los costos de gestión en fondos indexados suelen ser mucho más bajos en comparación con los fondos activos. Esto puede resultar en un rendimiento superior a largo plazo, ya que menos dinero se destina a comisiones y otros gastos.
Factor Psicológico: La inversión pasiva requiere menos decisiones y estrés, ya que simplemente se sigue el índice sin necesidad de ajustar las inversiones constantemente. Esto puede ayudar a los inversores a evitar decisiones impulsivas y mantener una estrategia a largo plazo.
Comparativa entre Fondos Activos y Indexados
A pesar de la amplia oferta de fondos activos que prometen superar los índices, los datos históricos sugieren que la mayoría de estos fondos no lo logran de manera consistente. Los estudios, como el SPIVA y el Morningstar’s Active/Passive Barometer, evidencian que, en general, los fondos pasivos tienden a superar a los fondos activos en términos de rentabilidad neta después de comisiones.
Conclusión
A largo plazo, la inversión en fondos indexados suele ser una estrategia más efectiva y económica en comparación con la gestión activa. Aunque los fondos activos pueden ofrecer la posibilidad de superar al índice, la realidad es que no logran hacerlo consistentemente. Los fondos indexados, con su enfoque en replicar el índice y sus menores comisiones, ofrecen una alternativa atractiva para los inversores que buscan un rendimiento sólido y predecible.
Preguntas Frecuentes
¿Puedo esperar que un fondo que ha batido al índice en el pasado siga haciéndolo en el futuro?
No necesariamente. Los rendimientos pasados no garantizan resultados futuros. Muchos fondos que han tenido un buen desempeño en el pasado no mantienen ese rendimiento a lo largo del tiempo.
¿Por qué siguen invirtiendo en fondos activos si no suelen superar al índice?
La bolsa tiene una tendencia a largo plazo de crecimiento. Aunque los fondos activos puedan quedar por debajo del índice, los inversores a menudo siguen ganando dinero a lo largo del tiempo. Sin embargo, las comisiones pueden reducir significativamente las ganancias.
¿Los fondos indexados pueden propiciar burbujas?
No. Los fondos indexados simplemente replican el índice y no priorizan unas acciones sobre otras. Las burbujas suelen ser provocadas por estrategias activas que sobreponderan acciones en crecimiento, no por la inversión pasiva que busca una representación equitativa del mercado.
La filosofía Bogleheads, que recibe su nombre en honor a John C. Bogle (1929-2019), el fundador de Vanguard y creador del primer fondo indexado para inversores minoristas, ha ganado una inmensa popularidad entre los inversores que buscan una estrategia simple y rentable. Bogle revolucionó el mundo de las finanzas al ofrecer una manera accesible y de bajo coste para que los inversores minoristas pudieran participar en los mercados financieros a través de la inversión pasiva.
La esencia de la filosofía Bogleheads radica en el ahorro disciplinado, la diversificación de activos, las bajas comisiones y la inversión periódica sin importar las condiciones del mercado. Estos principios, en conjunto, forman una estrategia robusta y sencilla que cualquier persona puede seguir. A continuación, se explican los 11 puntos clave de esta filosofía para ayudarte a comprender mejor cómo puedes aplicarla a tu propia estrategia de inversión.
1. Reduce tus gastos e invierte lo ahorrado
El primer paso en cualquier plan de inversión es ahorrar. Para poder invertir, necesitas gastar menos de lo que ingresas, lo cual implica reducir los gastos innecesarios. Un punto importante aquí es liquidar cualquier deuda con intereses altos antes de comenzar a invertir, ya que estas deudas pueden erosionar rápidamente tu capacidad de ahorro. John C. Bogle decía:
"Lograr unos resultados de inversión aceptables es más fácil de lo que la gente cree."
Ahorrar te permitirá construir una base sólida para tus inversiones futuras.
2. Invierte cuanto antes y periódicamente
El tiempo es uno de los factores más importantes en la inversión, ya que cuanto más tiempo permanezcan tus inversiones en el mercado, mayor será su rentabilidad esperada y menor su volatilidad. Por ello, es crucial comenzar a invertir lo antes posible, incluso si las cantidades son pequeñas. Esto no solo maximiza el impacto del interés compuesto, sino que también te ayuda a crear un hábito de inversión que te beneficiará a largo plazo.
"Para invertir con éxito, debes ser un inversor a largo plazo." - John C. Bogle
3. Mantén los costes bajos
Las comisiones pueden tener un impacto significativo en los rendimientos de una cartera de inversión, especialmente a largo plazo. Por lo tanto, es fundamental buscar productos con las comisiones más bajas posibles. Los fondos indexados y ETFs suelen ser opciones populares entre los Bogleheads debido a sus bajos costos de gestión.
"El sentido común nos dice que las rentabilidades van y vienen, pero los costes siempre están ahí." - John C. Bogle
4. Minimiza y aplaza el pago de impuestos
Los impuestos son otro gasto que se debe minimizar, siempre dentro del marco legal. Al elegir vehículos de inversión como fondos indexados, ETFs o planes de pensiones, puedes ajustar tu estrategia para diferir el pago de impuestos hasta el momento en que realmente retires el dinero. Este enfoque te permite optimizar el crecimiento de tus inversiones durante el mayor tiempo posible.
"En particular, los inversores de fondos ignoran el impacto del coste de los impuestos en sus ganancias." - John C. Bogle
5. Diversifica
La diversificación es un principio central de la filosofía Bogleheads. En lugar de invertir en acciones o bonos individuales o en sectores específicos, se aconseja comprar todo el mercado a través de fondos indexados. Esto no solo simplifica la inversión, sino que también reduce la volatilidad de la cartera al no depender de un número limitado de activos.
"No busques la aguja en el pajar, compra el pajar." - John C. Bogle
6. Simplifica
Menos es más cuando se trata de inversiones. Los Bogleheads promueven la idea de mantener las cosas simples. Esto incluye programar aportaciones periódicas y evitar la inclusión de demasiados fondos en una cartera. Cuanto más complejo sea el sistema de inversión, más probable será que lo abandones. La simplicidad es clave para mantener el rumbo a largo plazo.
"La sencillez es la clave maestra para el éxito financiero. Cuando haya varias soluciones para un mismo problema, elige la más sencilla." - John C. Bogle
7. Usa fondos indexados
Los fondos indexados permiten a los inversores tener una cartera diversificada con comisiones bajas, eliminando el riesgo de depender de acciones individuales o sectores específicos. Solo queda el riesgo de mercado, que es inevitable pero manejable con una estrategia a largo plazo.
"Los fondos indexados eliminan el riesgo de las acciones individuales, el de los sectores de mercado y el del gestor de fondos de inversión. Solo permanece el riesgo del mercado." - John C. Bogle
8. Nunca asumas ni mucho ni poco riesgo
El riesgo debe ser ajustado al perfil inversor de cada persona. Si se asume demasiado riesgo, una caída del mercado puede provocar pánico y decisiones precipitadas, como vender en el peor momento. Por el contrario, asumir muy poco riesgo puede limitar el crecimiento potencial de tus inversiones.
"Si tienes problemas para imaginar una pérdida del 20% en el mercado de renta variable, no deberías estar en él." - John C. Bogle
9. No trates de predecir el mercado
Uno de los errores más comunes entre los inversores es tratar de cronometrar el mercado, es decir, comprar y vender basándose en predicciones sobre su comportamiento. Sin embargo, estudios muestran que muchos inversores obtienen rendimientos inferiores a los fondos en los que invierten debido a malas decisiones de entrada y salida.
"La idea de que una campana suene para avisar a los inversores para entrar o salir del mercado no es creíble." - John C. Bogle
10. Huye del ruido del mercado
Es fácil sentirse abrumado por las noticias diarias sobre el mercado, pero prestar demasiada atención al ruido bursátil puede llevar a decisiones impulsivas. La filosofía Bogleheads promueve la idea de centrarse en los planes a largo plazo y evitar distracciones.
"El mercado y todo lo que le rodea es una gran distracción para los inversores." - John C. Bogle
11. Mantén el rumbo
Uno de los puntos más importantes, y a menudo el más difícil de seguir, es simplemente mantenerse en el plan. A lo largo de los años, habrá muchas crisis y fluctuaciones en el mercado, pero los Bogleheads creen que la clave del éxito es resistir la tentación de hacer cambios drásticos. La paciencia y la constancia son esenciales para el éxito a largo plazo.
"La fórmula ganadora para tener éxito en la inversión es poseer todo el mercado de valores a través de un fondo índice, y luego no hacer nada. Sólo mantener el rumbo." - John C. Bogle
Conclusión
Siguiendo los principios de la filosofía Bogleheads, puedes crear una cartera de inversión pasiva que te permita crecer a largo plazo sin complicaciones. La clave está en mantener los costes bajos, diversificar, invertir periódicamente y, sobre todo, mantener el rumbo sin dejarte llevar por el ruido del mercado.